¡Preparense!

Me dispongo a llegarte de sorpresa Frida, a tu casa azul y conocerla después de tanto tiempo. Espero estés ese día por ahí y sea más amena la visita. También pasaré por la casa de tu amigo Trotsky, ayer mi mamá me hizo saber dicho plan: ¡Que no mueva nada! que quiero verlo todo como era e imaginarme cómo fue.

Prepárate Jaime Sabines, que también me dispongo a saquear todas las librerías de Ciudad de México para conseguir tus libros, y preguntarle a tus gentes dónde viviste a ver si te veo por ahí, aunque estés con Frida, Cantinflas y 'La Doña'.

Ya tengo mis converse rojos listos para recorrer todas las pirámides posibles, con ellos también me dispongo a visitar el Zócalo y el hospital donde nació mi mamá, pues a lugares especiales hay que ir con zapatos especiales.

Pasan por mi cabeza nombres como el Café Tacuva, que tengo entendido existe, y, por supuesto, me dispongo a encontrarlo. También he apartado un dinerito para gastármelo sin remordimiento en la plata de Tasco, y conocer al tan nombrado San Miguel Allende, donde hay un museo que sé que existe por una franela que me regaló alguna vez una mexicana.

Ojalá no hayan frisado el tiro de Pancho Villa que uno puede ir a visitar en un barcito, tan viejo como el tiro y Pancho Villa.

Y, finalmente, tú Mauricio Walerstein, prepárate también, que, entre otras cosas, me dispongo a sacar 20 en mi tesis.

Prepárate México, que me dispongo a disfrutarte meramente por tres semanas completitas.