Declaro este mes -no mayo ni abril- sino de mediados de abril a mediados de mayo, el mes de la crisis. Así es, durantes estas últimas cuatro semanas varios nos hemos turnado para pelear, llorar, reconciliarnos y enrollarnos.
Ha habido una crisis existencial generalizada, exagerada y bastante acompañada.
¿Será la edad? ¿Será el calor? ¿Será el stress por la universidad y las colas? No importa al final... La cosa es que fue, es y seguramente será.
Fue un mes de consolaciones, de llantenes, de calorones, y de despedidas con abrazos fuertes y caramelos para alegrar el día.
Y al final, la conclusión fue solo una: Necesitamos salir de aquí un rato, es decir, seguir el ejemplo que Eugenia dio, y buscarnos cualquier excusa para lanzarnos un viajecito.
¿Quién se inventa la primera excusa?
3 comentarios:
Vámonos a la playaaaaaaaaaa!
Cuadren su horario y NOS VAMOS!
Ya no aguanto la ciudad o, mejor dicho, no me aguanto a mí en la ciudad...
No te aguantas... tienes tiempo sintiéndote así!
Te das cuenta de que no es cuestión de un mes en específico, es una cuestión personal!
Te vas, una excusa para encontrarte quizás? Y justo cuando estas empezando a soportarte... Zas! Regresas para encontrarte con la razon por la que te fuiste!
Yo tengo mis planes...
¿Será esta puta ciudad, como dice sin reparos Fito Páez?
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