viernes, 20 de julio de 2007

Jaime Sabines lo puede decir mejor que yo...

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabinés

3 comentarios:

Débora Ilovaca Leiro dijo...

:)

La primera vez que leí este poema estaba en clases de Burgos y tú estabas sentada creca de mí... Fue también el tiempo en que empezaba a enamorarme y coleccionaba emails...

Te quiero, mi Jolie.

Por cierto, quiero aprovechar este espacio tan público y tan privado a la vez para pedir disculpas por mi ausencia... Estoy en otra dimensión: la de la misantropía, exactamente. Te debo una película, un vino argentino de primera y una charla larga. Me voy pronto, ¡así que hay que vernos!

Un beso.

eusucre dijo...

Maravillosooo!
(una palabra que se me parece a Deb)

Juan Miguel dijo...

Se te quiere, Amy. I hope you are aware of that simple fact.