jueves, 22 de marzo de 2007

Miénteme un ratico

Hay una palabra para referirse a las costumbres o maneras de actuar de las personas que poco usamos, y es:"maneras". Es un poco vintage, pero me gusta.

Por ejemplo:

- "A mí no me gustan sus maneras".

Y así comienzo este post malhumorado... ¡A mí no me gustan sus maneras! Específicamente esas maneras que tienen algunos de aguarle la fiesta a uno.

La situación es ésta: Uno tiene una idea, unas ganas de hacer algo, porque te gusta el tema y porque piensas que puedes aportar algo nuevo, así sea algo mínimo. Entonces uno está emocionad@ y vas de lo más inocente a contarle a tu gran amig@ lo que quieres hacer (sea una idea para escribir un libro, una canción, un dibujo, el tema para una tesis, cualquier cosa), esperando que te digan "Finísimo", "Está finísima tu idea".

Pero ¿Qué pasa?... tu gan amig@ tiene esa costumbre de bajarle los ánimos a uno... ¿Cómo? pues al contestar inmediatamente: "Coye pero eso ya existe". (Buuuuuuuuuu!)

¡NO ME IMPORTA!

En esos cinco minutos que estoy ignorantemente ilusionada con mi idea, NO ME IMPORTA si en Paraguay o en Zimbawe un tipín tuvo la misma grandiosa idea que tuve yo.

¿Sería mucho pedir que la primera respuesta no sea: "Coye, pero eso lo hicieron en los 80"?

Miénteme un ratico vale, y sonríe... Dime que está finísima la idea y ya está... luego, una hora o mejor dos horas después, me das la información del plagio que estoy a punto de cometer, y así los dos quedamos felices: yo disfruto mis cinco minutos de ignorancia y tú, al rato, podrás expresar tu conocimiento en la materia, sin convertirte en el aguafiestas más grande del mundo.

Merci!

2 comentarios:

Juan Miguel dijo...

Uhmmm...No sé por qué...Como que...Yo hice eso hace poco. Claro, siempre podría confundirme y considerar que nada de eso tiene alguna relación conmigo, lo cual es posible, ya que gracias a Dios no soy el único bobo en el universo, o en Caracas, pero si no mal recuerdo, creo haber hecho (o dicho en todo caso) exactamente eso.

La verdad me cuesta contener el estúpido crítico en mí, no a veces, sino todo el tiempo, y verle las trabas a todo, es como un don y una maldición al mismo tiempo. Razones sobran para pedir disculpas, en ese caso. Mi intención al hacerlo no era...Ni liarla, ni romperle el parque a alguien, en especial al interlocutor.

Capisco. It won't happen again.

Débora Ilovaca Leiro dijo...

Jolieeeeeeeeeeeeee! Leer esta entrada fue como un viaje al pasado cercano, a esos días en nos veíamos todos los días y hablábamos intensidades... Te doy toda la razón, sobre todo porque a raíz de los gajes del oficio periodístico, pregunto y hablo de más... Te quiero y te extraño!