viernes, 9 de marzo de 2007

Como el escorpión de la fábula.

Esopo… Gran tipo…

Para un caso puntual, como el hecho de ser mujer, -porque es un hecho-, existe un cuentito bastante interesante que muestra la simplicidad de este complejo hecho de ser mujer (valga la redundancia)

Ésta es la fábula:

Un escorpión, que deseaba atravesar el río, le dijo a una rana:

-Llévame a tu espalda

-¿Que te lleve a mi espalda? - contestó la rana - Ni pensarlo! Te
conozco! ¡Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás!

-No seas estúpida- le dijo entonces el escorpión - No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no se nadar, ¡también me ahogaré!

Los dos animales siguieron discutiendo hasta que la rana fue persuadida. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró y empezaron la travesía.

Llegados al medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la rana. Esta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:

-Ves! te lo había dicho! Pero... ¿qué has hecho?

-No puedo evitarlo... Es mi naturaleza

Esto no es un “te lo dije” para los hombres… esto es más un “no te preocupes” para nosotras las niñas, para esos momentos en los que la vida se nos complique más de la cuenta en nuestra rosada cabecita.

Niños y niñas:

-Es nuestra naturaleza que por lo menos un día a la semana queramos sentirnos Princesas, y queramos que nos consientan... ¡Sí! queremos atención, que nos digan qué lindas estás, y hasta nos gusta en esos días que nos celen.

-No es un engaño esa persona sexy/cool que somos al principio de una relación. En realidad lo somos, pero no podemos evitarlo, de verdad que no y por más que nos gustaría, no podemos evitar enrollarnos por que un día no dijeron "te amo", no podemos evitar tener miedo de involucrarnos y sufrir. Y menos que menos podemos evitar el orgullo… Lo cual puede dejar atrás a esa niña desenrollada de los primeros días… y es que, si pensamos un poquito, los primeros días no había porqué enrollarse…

-Es bien sabido que somos coquetas y que nos gusta gustarle a la gente.

-¿Qué si nos inventamos cuentos?... sí, sí lo hacemos... siempre... siempre le buscamos otra opción, otro sentido a las cosas…y a veces dejamos de percibir la realidad por esos cuentos chinos que nos inventamos…

-Y en fin, no podemos evitar ese día 28 en el que se nos descompone el cuerpo y al mismo tiempo parte del cerebro…

Esto suena a malas noticias, pero hay que ser optimistas… Así somos y ya está… es nuestra naturaleza… Y ¿saben que?... Los hombre son igualitos a nosotras (claro, sin el día 28)… Y así como dijo un compañero: “Somos iguales pero de formas distintas”…

1 comentario:

eusucre dijo...

Así es!
Así somos!

pd: por cierto gracias por invitarme a tu matrimonio, algun dia...jeje